Maritza Álvarez: Aportes, Omisiones y Empoderamientos -Mujeres En Los Grupos Fotográficos

En agosto 25 del 2020, invitada por Carlos Acero, Director del Centro de la Imagen, a participar en un panel cuyo título es el de este artículo, solicité abordar el aspecto de las omisiones del quehacer de las mujeres en los grupos fotográficos en República Dominicana.

Lo hice desde mi experiencia personal, como miembro de Fotogrupo ,durante 12 años ininterrumpidos(1992-2006).

Omitir es dejar de decir o señalar algo, en esa omisión el que omite se abstiene de hacer algo de forma voluntaria y/o involuntaria.

Mi posición es que en Fotogrupo se ha omitido la participación de la mujer de forma involuntaria, debido a que, si bien es cierto que se le ha dado cabida como miembros del grupo , también es cierto que su participación apenas ha sido tomada en cuenta en los espacios de decisión dentro del grupo y en la narrativa de su misma historia.

Fotogrupo es el grupo de fotografía de mayor permanencia en el tiempo en nuestro país (41 años) fundado por Wifredo García en 1979, tiene unos estatutos que avalan su funcionamiento y una estructura organizativa que pauta la práctica cotidiana del mismo.

Es en esa práctica donde las mujeres han sido omitidas.

En su primera etapa las primeras mujeres que se incorporan al grupo son esposas, hermanas, hijas, no propiamente fotógrafas; participan del quehacer del grupo, reuniones, viajes, exposiciones. Más adelante se incorporan mujeres que tienen un interés e intención en el quehacer fotográfico.

En Fotogrupo se evidencia una diferencia entre la propuesta de sus estatutos y la práctica en lo cotidiano, el mejor ejemplo de ello son  los viajes, que son la espina dorsal de su práctica y razón de ser, pues son  los que han permitido construir el corpus identitario del grupo. Los viajes no están diseñados desde el punto de partida de la inclusión de las mujeres tomando en cuenta que las diferencias físicas y de resistencia en términos reales no son las mismas, por solo citar un aspecto.

Los viajes nunca se han diseñado con la participación, en la toma de decisión, de las mujeres que asisten como miembros activos, vienen prediseñados y responden a los intereses de la población masculina del mismo; los viajes son una especie de “tour de force” y reafirmación de la masculinidad y los patrones de comportamientos y prácticas que corresponden totalmente al ámbito masculino.

Otra estructura es la misma directiva que en 41 años de vida del grupo nunca ha tenido una directora, apenas una secretaria , algunas vocales, entre las que me encuentro ,tesoreras…

En una reciente aparición de Fotogrupo en este mismo espacio del Centro de la Imagen, los miembros de Fotogrupo narraron 41 años de historia, durante unas dos horas y en esa narrativa las mujeres que habían participado y todavía comparten la historia del grupo, estuvieron ausentes, apenas se dijeron unos 5ó 6 nombres, como de pasada.

Lo que no ha permitido que la mujer esté presente en esta narrativa es precisamente esa omisión porque una cosa es lo enunciado y otra las prácticas que reproducen los esquemas androcentristas en la sociedad y que se reproduce a lo interno de todos los espacios donde desarrollan actividades diversas hombres y mujeres en unos esquemas de desigualdades, inequidades y omisiones.

Hay un poder que reproduce unas prácticas difíciles de desmontar, unas reglas de juego establecidas desde la óptica patriarcal y paternalista que entiende que las mujeres que participan deben solicitar la inclusión y si no la hacen es porque “no están interesadas”

Esa es justamente la práctica a la que me he referido, a las mujeres dentro de la óptica patriarcal “se nos da permiso” “se nos complace”

No se nos reconocen las capacidades para participar de los procesos de manera equitativa. No necesitamos permiso, necesitamos que en la práctica se nos dé participación real, en las tomas de decisiones y que todas las agrupaciones  fotográficas permitan desde sus prácticas la verdadera inclusión de las participantes femeninas, que por otro lado han mostrado su empoderamiento en el desarrollo de la fotografía dominicana, en los grupos formados solo por mujeres.

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